sábado, 2 de julio de 2011

Una y otra vez.


En la orilla del mar observo
el constante horizonte.
Estoy tranquila,
la brisa peina mis cabellos
y el cielo despejado
me hace creer que puedo
escapar de este mundo
con solo mirarlo.

Pero apenas puedo llegar a creerlo
llega el mar que en forma de ola
me golpea y me hace caer,
me envuelve y me arrastra con ella
para abandonarme en la orilla
completamente mojada y llena de arena.

Trato de recuperarme del golpe,
de limpiarme lo mejor posible,
de volver a ver el cielo
de creer en el sol
y en el horizonte infinito,
pero de nuevo llegas
y bates contra mi.

¿Cuántas veces podré volver a levantarme?
¿Cuántas fuerzas me quedan?

Me hipnotizas con tu vaivén,
con tus caricias saladas,
y no logro abandonarte.

Tratas de arrastrarme con tu marea
para devolverme con la siguiente luna,
y yo te espero en la orilla,
siempre te espero.

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