Sale el sol,
mis lágrimas empiezan a secarse
y una imagen borrosa se presenta ante mi.
¿Ya es de día?
¿Ya ha pasado la tormenta?
No quiero abrir los ojos,
la luz me hace daño,
solo quiero estar bajo las sábanas
y esperar que el mundo
en su constante cambiamiento
me ofrezca algo mejor.
¿Cuántas vueltas quedan?
¿Cuántas noches debo hablar con la soledad?
Es tarde,
es pronto,
no es el momento
ni el lugar,
nunca me encuentro dónde debo estar
siempre me indican otro camino
"este no es su camino,
de la vuelta y coja la próxima desviación".
Estoy cansada de girar y girar
y no encontrar la salida de este laberinto.
Busco indicaciones,
pero no sé leerlas.
Eternos errores,
me paso la vida corrigiéndolos,
reconstruyendo todo el desastre
que queda tras de mi.
¿Ya es la hora?
¿Ya ha amanecido?
¿Queda alguien conmigo?
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