jueves, 4 de diciembre de 2008

Un recuerdo lejano


Vagando por los pasillos de mi mente un recuerdo se me cruzó, recuerdo que era feliz, pero ahora apenas siento que fuese mio.

Busco con desesperación esa canción que me devuelva los sentimientos del pasado, agito cajas, remuevo objetos, nada.

En medio de una habitación que semeja estar al revés empiezo a reflexionar. Si, mi cabeza dice que era un recuerdo feliz que se usó, se gastó y no puedo reutilizar, ¿por qué mi corazón no reacciona?

La melodía comienza a sonar...

Una densa niebla desciende desde mi imaginación mezclada con estrellas metálicas que retintinean al rozarse y una escena discurre ante mis ojos.

Ahí estoy yo, que entrañable, que ilusa, pero estoy triste, las lágrimas caen como una cascada por mis mejillas. Estoy observando una caja que apenas tiene cuatro objetos como si lo fueran todo para mi, me seco las lágrimas y me pongo en movimiento. Cojo un cuchillo y comienzo a rasgar la moqueta bajo el armario, ya no hay tristeza, sino reconstrucción. Cojo los objetos de esa caja que no logro ver con claridad y los introduzco en esa pequeña hendidura que me ayudará a olvidar, para luego coser la abertura, para cerrar la herida.

Ya empiezo a recordar, fue aquel día que enterré mi inocencia.

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