viernes, 28 de noviembre de 2008
Un día la música sonó en mi cabeza
Como cerrar las heridas,
como llorar todo lo que duele,
como empezar de cero
con ilusiones ya perdidas.
Como sentir que sin ti puedo
alzar la vista hasta el cielo,
como tocar un sueño
que con humo desaparece.
Tal vez algún día,
tal vez en un momento
sienta que no te tengo
y eso sea bueno.
Olvida que existimos,
olvida aquel cuento de lamentos,
ya no nos merecemos,
todo aquello queda lejos.
Tan solo una llama
Tal vez te he decepcionado,
tal vez has creido ver algo en mi
que nunca ha existido,
tal vez te has equivocado.
Dejaré que vueles muy alto
aunque así no pueda verte
y si algún día
vuelves a ver algún brillo en mi,
aquí seguiré,
como siempre,
nunca fui muy llamativa,
tal vez ese haya sido el fraude,
querías fuegos artificiales
y tan solo encontraste una hoguera
convirtiendose en brasas,
no me apagaré del todo por ello,
permaneceré en mi solitaria existencia
iluminando en una estrecha distancia
los rostros que curiosos se acerquen a observarme.
Mientras tú te iluminas en colores y formas irreales,
transformándote en lo más bello que hay en ti
yo te observaré desde la superficie
y si algún día decides bajar
por un momento a descansar
no olvides visitarme,
yo seguiré sin apagarme,
constante en mi volubilidad,
en mi siniestra soledad
pero atesórate tu magia
para ofrecérsela a otra criatura,
tal vez nunca me refleje
en el espejo que tienes para mi.
Desaparezco
Estoy en una habitación blanca, sin paredes, sin suelo, sin techo. El tiempo no existe. Hay demasiada luz y eso me hace sentir incómoda. Yo estoy de pie, esperando... me agarro una mano con la otra apretándolas con fuerza sin parar de moverlas, las muecas de mi boca son incontenibles y mis ojos no encuentran un lugar apacible donde posarse.
No estoy sola, están todos conmigo y sonrío, no hay por qué inquietarse. Sus manos están asidas a mi vestimenta, me gusta porque les siento conmigo.
Algo extraño ocurre, parece como que a cada parpadear se alejan una distancia casi imperceptible, no puedo detenerles, mis movimientos son excesivamente lentos y me falta la voz. Mis prendas empiezan a deformarse y a estirar, me están oprimiendo, la primera brecha prende como una llama hasta que no queda nada, dejándome desnuda en medio de la habitación con una luz cada vez más insoportable sin saber que hacer.
Ahora soy muy débil, el aliento que arrastra, una palabra me derribaría.
Una puerta invisible se abre...
miércoles, 26 de noviembre de 2008
Tal vez un cuento
Es de noche y hace frío. Un muchacho corre sin aliento por una calle vacía bajo la lluvia, sus pisadas a penas son susurros. No parece saber a donde se dirige, corre en un sentido para cambiarlo una y otra vez. Parece no poder salir de esa calle, pero eso no le hace detenerse. Finalmente cae rendido de cansancio y la luna llena le observa y le cuida el resto de la noche.
Es de día, hace sol. Un muchacho empieza temprano a cumplir su agenda, todas las horas del día tienen dueño, parece tranquilo, no tiene que pensar, solo seguir las flechas imaginarias que se dibujan ante sus pies.
Estamos en el ocaso, no hace frío ni calor. Un muchacho cierra los ojos... respira... sonríe...
¿Cuantas balas puede soportar un corazón?
"Es difícil hacer saber a alguien
que puede contar contigo."
Hay seres a los que les cuesta
creer que cuentan
con la gente que le importa...
son huidizos,
quieren conocer,
se acercan,
observan,
pero en cuanto clavas tu mirada
en sus ojos
escapan,
y tardan un tiempo en reaparecer.
Parecen distantes,
fríos,
que no sienten,
pero ocurre todo lo contrario.
Están enfadados con el mundo
y la distancia es su único escudo
para que no les vuelvan a herir.
Saben que si confían están perdidos
porque no podrían soportar perder
a aquellos que albergan en sus vidas.
Y tarde o temprano la gente tiene que partir,
hacen su maleta y se van...
dejando en tu corazón
un hueco del tamaño de una bala.
Dime:
¿Cuantas balas puede soportar un corazón?
Te irás,
me olvidarás,
y un día un recuerdo asaltará tu mente.
Pensarás que solo será un episodio de tus sueños,
no tiene importancia,
no es real.
Un cuento que escribir,
un recuerdo mentiroso
que tuviste que matar,
tranquilo,
no hay culpables,
hiciste lo que debías hacer,
quizás lo mejor para todos,
quizás el sacrificio hecho
persiguiendo ciegamente
la felicidad.
Espero que merezca la pena...
que puede contar contigo."
Hay seres a los que les cuesta
creer que cuentan
con la gente que le importa...
son huidizos,
quieren conocer,
se acercan,
observan,
pero en cuanto clavas tu mirada
en sus ojos
escapan,
y tardan un tiempo en reaparecer.
Parecen distantes,
fríos,
que no sienten,
pero ocurre todo lo contrario.
Están enfadados con el mundo
y la distancia es su único escudo
para que no les vuelvan a herir.
Saben que si confían están perdidos
porque no podrían soportar perder
a aquellos que albergan en sus vidas.
Y tarde o temprano la gente tiene que partir,
hacen su maleta y se van...
dejando en tu corazón
un hueco del tamaño de una bala.
Dime:
¿Cuantas balas puede soportar un corazón?
Te irás,
me olvidarás,
y un día un recuerdo asaltará tu mente.
Pensarás que solo será un episodio de tus sueños,
no tiene importancia,
no es real.
Un cuento que escribir,
un recuerdo mentiroso
que tuviste que matar,
tranquilo,
no hay culpables,
hiciste lo que debías hacer,
quizás lo mejor para todos,
quizás el sacrificio hecho
persiguiendo ciegamente
la felicidad.
Espero que merezca la pena...
Pensamientos atormentados
No soy más que un ser
que empezó a existir sin querer.
En un lugar equivocado,
y en un tiempo que no comprendo.
No teniendo sombra
me persigue la infelicidad
vestida de luto
esperando que caiga rendida
en el pozo de la incomprensión.
Tal vez ya haya caido
y estos pensamientos
formen parte de un limbo
en forma de espiral
cuyo final nunca alcanzaré.
Procuraré no pensar
para que mis afilados pensamientos
no me asesinen.
que empezó a existir sin querer.
En un lugar equivocado,
y en un tiempo que no comprendo.
No teniendo sombra
me persigue la infelicidad
vestida de luto
esperando que caiga rendida
en el pozo de la incomprensión.
Tal vez ya haya caido
y estos pensamientos
formen parte de un limbo
en forma de espiral
cuyo final nunca alcanzaré.
Procuraré no pensar
para que mis afilados pensamientos
no me asesinen.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)