miércoles, 31 de diciembre de 2014

Al otro lado de la puerta... Tu mirada

Hubo un tiempo en el que nos mirábamos el alma,
¿recuerdas?
Ambas se encontraban y sonreían.
Y donde yo posaba mis ojos tú lo sentías.
Recuerdo tocarte en la distancia
y cómo tú respondías...

Lo había olvidado ya todo,
hace tiempo que sin querer cerré una puerta
para reorganizar las cajas que tenía
y otras tantas fueron apareciendo
dejando oculta nuestra puerta.

El otro día escuché un ruido
unos golpes que procedían del otro lado.

Yo había escuchado en alguna parte
que las cosas que abandonas durante mucho tiempo
 se evaporan debido a una compleja fórmula química
que no sería capaz de entender.

Pero al mirar al otro lado ahí estabas,
una sonrisa oculta tras la cascada de tu pelo.

Al principio no te reconocí, 
he tenido que adentrarme de nuevo en tus ojos, 
técnica ya casi olvidada por desuso 
para reconocerte.

- Hola...

viernes, 26 de diciembre de 2014

Vacío... El vaso estaba vacío



"Tienes que escribir algo cada año",
me dijiste después de un año que jamás podré recuperar.

Siempre te gustó torturarme, 
y siempre te ha salido bastante bien, 
arrancándome a ese ser
que no debe salir de su celda,
¡que me estrangula por dentro!
ese ser que viene y va
y que siempre me mira desde el espejo.

Siempre está ahí,
siempre.
Tal vez te deba dar las gracias.

Pero lo que no sabes es que todo ha cambiado,
no sé cómo,
pero así es,
ya no puedo...
ya no soy...
ya no...
no... no... nadie... nada...
y cuando lo descubras al fin te irás,
decepcionado por un misterio que nunca existió.

Ningún interrogante,
tan solo un silencio vacío.
Ya no hay sombras,
solo una luz intensa
que deja al descubierto mi palidez.