Eres un espejo,
un espejo que no me para de despertar.
Me han dicho que la infelicidad es cómoda,
la caída no te mata del todo,
porque estás con un pie en la decepción.
Una parte de mi quiere ir con el viento,
quiere volar y dejarse llevar
por mi distorsionada visión de la realidad.
Tengo miedo a despistarme y volar,
tengo miedo a caer y no encontrar a nadie.
Tengo miedo a decepcionar a los demás,
y a decepcionarme a mi misma.
Tengo miedo a querer ser quien no soy,
y gastar toda mi vida en intentos frustrados.
Tengo miedo a hacer daño a los que quiero.
Tengo miedo a sentir.
Tengo miedo a llorar.
Tengo miedo al miedo.
Miedo a vivir lo que el tiempo me arrebata.
Y este miedo no me protege de nada,
pero me persigue.
El miedo,
mi gran compañero.
Pero mis peores miedos no soy capaz de escribirlos...