Tu voz te transforma, a cada palabra, tu vida está condicionada.
Si no hablas, no existes.
No me has dicho por qué, no me has dicho ni si, ni no.
Te has callado y el viento ha pasado sin detenerse.
Solo escucho el rumor de las hojas, vacío de significado, siento si te he rozado, siento haberte visto.
Procuraré cerrar los ojos al caminar, de este modo no nos veremos, y nadie, ni tú, ni yo sabrá nada.
Debo vomitar las lágrimas que se me han quedado dentro para acabar con estas nauseas.
Me han enseñado a ser fuerte, y les he hecho creer que lo han conseguido, la tristeza vive en su fortaleza y quiere irse, nadie la ve y ella mira a través de mis ojos.