Permanecí toda la noche esperando al sol y una vez amaneció metí lo que cabía en una maleta y el eco de la puerta al cerrarse tras de mi retumbó en cada estancia de la casa para permanecer siempre callada.
He comenzado a andar sin saber muy bien cuando ni donde parar, he visto muchos sitios distintos, muchas caras desconocidas y lenguas que apenas entendía y cuando mis piernas no pudieron dar un paso más me paré, abrí la maleta y decidí comenzar allí a olvidar.
Al principio era fácil no pensar, muchas cosas que descubrir, pero al final la realidad siempre gana, y por mucho que corras te la encuentras, intentas huir una y otra vez, por veces parece que la has perdido, pero siempre vuelve como si estuviese atada a ti.
Siempre susurrandome lo mismo "estás sola", "estás sola".
He probado a sentarme con ella y llorar juntas, pero nunca tiene bastante.
Me dice "estás sola, ¿te das cuenta ahora? solo así podías verlo con claridad, he tenido que alejarte de todo aquello que no te dejaba ver, y ahora te quedan muchos mares por llorar. Hasta que no te quede nada dentro no te podrás levantar. Mira el reloj, ¿cuánto te queda?".