jueves, 11 de marzo de 2010

Nada


Parece que llevo vivido una eternidad en silencio, mis labios se creen uno y renuncian a expresarse, no hay nada que decir, ninguna inquietud que no pueda perderse en el olvido.
No necesito existir, y si estoy sola ¿quien me puede decir que realmente soy algo? Pues eso, no existo, y como ente observador únicamente percibo información, me resulta familiar, como un viejo libro que ya he leído, con sensaciones que ya he vivido y he aprendido a superar. Supongo que la melancolía acompañará mi rostro hasta en la risa, es una enfermedad con la que se nace, como una cicatriz, que no se ve en un principio, pero que siempre estuvo ahí y siempre estará ahí. Te recuerda lo que eres cuando llega la noche y te miras al espejo sin máscara alguna, cuesta mirarse fijamente a los ojos y encontrarte con la verdad, ahí estamos, yo y yo, así nacimos, y así seguiremos nuestro camino, no hay otro.